¿Alguna vez te has quedado atrapado en tus pensamientos, sintiéndote temeroso, ansioso, enfadado o algún otro sentimiento incómodo?, ¿sueles darle demasiadas vueltas a las cosas que te preocupan? A todos nos ha pasado alguna vez, y la buena noticia es que hay un método que puede ayudarte a cambiarlo.
Cada día tenemos miles de pensamientos, y aunque no todos son ciertos, a la mayoría de personas les cuesta desconectar de algunos. Eso puede producir inseguridad, ansiedad o desánimo, pero es muy liberador darse cuenta de que no somos nuestros pensamientos, y de que estos no son órdenes. Van y vienen, y no hay que hacer y creer siempre lo que dicen. No todos los producimos de forma voluntaria, pero podemos decidir a cuales hacer caso. Esa es la mejor manera de manejarlos, no enganchamos con los que no nos ayudan. Si te resulta útil, hazle caso, y si no, date cuenta de que sólo es una probabilidad que tu mente ha seleccionado entre muchas otras, porque si le das importancia a un pensamiento, si lo crees o tratas de luchar contra él, lo harás más presente, pero si te distancias de él, por ejemplo diciendo “mi mente me ofrece el pensamiento de que….”, le quitarás importancia y dejará de afectarte.